27/09

Muchas personas actualmente no saben cuál es el propósito en sus vidas y otras tantas viven sus vidas sin control, sin cuidados y son sorprendidos por la muerte de manera que no tienen la posibilidad de entregar su espíritu sino que éste les es arrebatado. “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: ¡Tengo sed!... Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.” (S. Juan 19:28-30)

La Biblia nos relata que Jesús fue bautizado a la edad de treinta años, su ministerio duró solo tres años pero fueron mas que suficientes  para trastornar a los religiosos de la época, para cambiar el rumbo de muchas vidas perdidas en sus pecados, para preparar otros como él (sus discípulos)  y para mostrar la gloria del Padre sanando toda dolencia y enfermedad entre el pueblo. Cada día de su vida fue aprovechado al máximo.  Jesús se levantaba muy temprano de madrugada, buscaba en oración a su Padre en los cielos e iniciaba su dia recorriéndolo todo, buscando las ovejas perdidas de la casa de Israel, sanando las perniquebradas y liberando de las garras de Satanás a cuanto oprimido se le acercaba. Cuando llegaba la noche, despedía a las multitudes que le seguía y en ocasiones, enseñaba claramente y no por parábolas a sus discípulos; terminando su día acostándose muy tarde. Por eso es que allí, en la cruz bebiendo el vinagre, podía decir “consumado es” , porque no perdió tiempo en discusiones con el Padre, nada hacía por sí mismo sino que todo lo que el Padre decía eso hacia, sin objeciones. No perdió tiempo dilatando la obra porque era la obra del Padre; la obediencia absoluta le llevó a tener la autoridad tal que los demonios se sujetaban,, las enfermedades oían su voz y huían y aun las fuerzas de la naturaleza oian su voz .

Esto particularmente me hace reflexionar de cómo viven muchos “consumiendo su vida y su tiempo” , desperdiciando cada valioso minuto en placeres que satisfacen solamente nuestra carne, deleites que para nada aprovechan al Espíritu. Estos no pueden decir al momento de su partida como el apóstol Pablo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe… (2ª Ti. 4:7) y,….ya no hay forma o tiempo  de remediarlo.

Amigo que lees estos mensajes, ¡No consumas tu vida, no desaproveches las oportunidades que te da la vida para hacer bien. En el libro de Santiago leemos: el que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado. Vive tu vida con sabiduría, administra tu tiempo con inteligencia y afirma tus pasos en Dios para que veas días buenos para que puedas decir al final de tus días, al final de tu camino las mismas palabras del maestro: “consumado es Señor” todo lo que me pediste que hiciera eso hice.

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