CARIDAD Y BENEFICENCIA
15/11
Un hombre muy estimado en Londres había pedido prestado de Garrik la suma de quinientas libras esterlinas, entregándole el correspondiente recibo; pero poco tiempo después vio comprometida su fortuna a causa de algunas quiebras inesperadas.
Deseando librarle de sus compromisos sus parientes y amigos se reunieron un día para formar la lista de sus acreedores con el objeto de entenderse con ellos.
Sabiendo Garrik lo que ocurría, lejos de sacar partido de esa circunstancia que le aseguraba el pago de la suma prestada, puso el recibo de sus deudor dentro de una carta que le remitió concebida en estos términos: “Acabo de saber que hoy tenéis una reunión de amigos; me hubiera alegrado tomar parte en ella, y por tanto os ruego me permitáis ser partícipe de ella. Hace frio, y como no dudo haréis un buen fuego para recibirlos, os envió ese papel que os servirá para encenderlo.”
Tu y yo somos muy estimados para Dios, tanto que envió a su único hijo a saldar todas nuestras deudas en la crus del calvario, anulando toda acta que nos era contraria, y nos dio lugar en su reino para que estemos para siempre con él. Toma un momento y recíbele en tu vida aceptando este regalo, y siéntate a la mesa del Rey.