Dominio Propio
18/05
Si queremos que nuestro cuerpo obedezca al espíritu debemos dejar que nuestra mente obedezca a Dios.
En el libro de Proverbios 25:28 dice asi la palabra de Dios: “ como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda” ¡Que importante es en estos tiempos tan compulsivos tener dominio propio. Sin el muchos yerran, dañan a otros y se dañan a si mismos porque se conducen de manera desbocada. Los primeros caracteres del fruto del Espíritu Santo: amor, gozo, y paz dirigen nuestros pensamientos hacia Dios. La paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y la templanza estan mas relacionadas con nuestro prójimo. En tanto que el Dominio Propio, es una fuerza interior, producida por el Espíritu Santo, que nos permite vivir con sabiduría y moderación. Necesitamos este dominio propio a fin de ser sabios para el bien, e ingenuos para el mal.
El dominio propio es uno de los frutos de estar llenos del Espiritu santo de Dios, tal como lo afirma el apóstol Pablo en su segunda carta a Timoteo 1:17 cuando dice: “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía , sino de poder, de amor y de dominio propio.” Tener dominio propio es útil para el creyente en todas las circunstancias de la vida, por ejemplo, para no abusar de la comida, la bebida, los placeres, etc. Pero tambien es esa fuerza espiritual que le permite no ceder a todo lo que le pueda empañar a su testimonio, como un mal carácter, pasiones difíciles de controlar. Es este dominio propio el que permite al creyente evitar muchas trampas tendidas por la raíz de pecado que aun esta en el. Si queremos que nuestro cuerpo obedezca al espíritu debemos dejar que nuestra mente obedezca a Dios. Un sano dominio propio se somete a la autoridad de Jesús en cada circunstancia de la vida. Esto es lo que en otras palabras esta escrito en el libro de Gálatas 5:25: “ Si vivimos por el Espiritu, andemos también por el Espiritu”