Menos protagonismo, mas propósito
06/11
Todos quieren ser David…pero ¿Quién está dispuesto a ser Jonatán? La mayoría de los creyentes conocen la historia de David, el guerrero, el salmista, el rey. Pocos hablan de Jonatán: el heredero legítimo al trono. Era el hijo del rey Saúl. Pero cuando vio el llamado de Dios sobre David…no se resistió, se rindió. Jonatan eligió el Reino de Dios por encima de su propio reino; la evidencia la encontramos en 1ª de Samuel 23:17 cuando dice: “Tú reinarás sobre Israel, y yo estaré contigo…” Jonatan no compitió con David, tampoco discutió, se puso bajo su sombra. Eso no se llama deber sino valentía, humildad y visión espiritual. Lealtades así no se ven en estos tiempos porque nos cuesta ver a otros brillar sin sentir que perdemos algo, que el brillo del otro nos opaca de alguna manera. Podemos encasillarlo en “celos”, “envidia” “egoísmo”, la verdad es que hoy todos quieren ser David, el que mata gigantes, el que es aplaudido, el que reina. Jonatan era el que podía tenerlo todo y decidió entregarse por algo mayor: el plan de Dios. El llamado de Jonatan fue invisible, pero eterno, no reino sobre un trono corruptible, pero ganó un lugar en la historia divina. Hoy te animo a que te preguntes a ti mismo: ¿Puedes aplaudir a otros sin resentimientos, ni celos, ni envidias? ¿Puedes decir yo estaré contigo aunque duela? Jonatan no fue solo amigo de David, fue protector, aliado, intercesor y escudo humano para David. Una amistad bíblica no compite, edifica; no envidia, impulsa. ¿Puedes ser amigo/a de alguien que llega mas lejos que tú? El llamado no siempre nos pondrá en el centro. A veces Dios llama a ser soporte, no figura principal; y eso también es propósito, eso también es Reino. La corona aquí en la tierra no define tu valor, la obediencia si.
