06/11

Julio Verne imaginó mundos ocultos bajo tierra y galaxias lejanas…pero el viaje mas radical no está afuera, está adentro. Explorar el fondo de uno mismo exige mas coraje que cualquier expedición. Ahí, en lo mas hondo, no hay mapas ni brújulas. Solo silencio, heridas, memorias que duelen y verdades que no siempre queremos ver. Pero también hay luz. La que no viene del sol, sino de entender quien eres cuando nadie te mira. Explorar el universo es grandioso, pero explorar el alma es brutal. Es enfrentarte a tus sombras, a tus contradicciones, a todo lo que fingiste no sentir. Y sin embargo, es el único viaje que puede transformarte. No hay gloria sin introspección. No hay libertad sin conciencia. Y no hay sentido sin haber descendido al abismo de tu propia historia. Ese viaje…si vale la pena. Por eso es que el viaje mas maravilloso no es al centro de la tierra o a los confines del universo, sino al fondo de uno mismo. Y cuando de verdad quieres ser libre, de todo lo que te frena, te aplaca, te inhibe, te condiciona…es necesario hacer este viaje para arrepentirnos de todo lo malo y que para nada aprovecha y permitir ahora, que a esa luz que estamos dejando entrar a nuestra vida , la de la conciencia, le permitamos a la verdadera, la Luz de Cristo; que recibimos a través del conocimiento de su palabra, que nos guie en el nuevo camino a seguir y que a la vez nos limpie y purifique. En el libro de 2ª de Samuel 12:1-12 el profeta Natán amonesta al rey David por el pecado cometido a Urías heteo, tomando por mujer a su mujer y haciéndolo matar a espada de los hijos de Amón, creyendo que así encubría el hijo que había concebido Betsabé (mujer de Urías) Dios le mostró a David que nada estaba escondido a sus ojos, “Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.” (V.12) como consecuencia de esto, el hijo que le nace con Betsabé muere. David escribe un Salmo de arrepentimiento y plegaria pidiendo purificación. En el capitulo 51:7 declara: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré mas blanco que la nieve.” David entendió que llegar a la profundidad de uno mismo, a veces requiere la intervención de Dios quien accede a esos recónditos lugares cual hisopo, limpiando.

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