14/10

El reino de Dios no se trata solo de palabras, sino de una vida transformada que impacta a otros. Cuando vives con humildad, amor, verdad y obediencia a Cristo, te conviertes en un reflejo visible del Reino invisible. Dios quiere usar tu vida como un testimonio vivo.
Adan: Cuida lo que Dios te confió, la verdadera autoridad nace de la obediencia a Dios, del amor y la responsabilidad. Abraham: Cuando Dios te hable obedece sin mirar atrás. La promesa está en caminar…no en la comodidad. Noé: mientras otros se burlan, tú sigue edificando. Dios siempre honra a los que perseveran hasta terminar la obra que les ha sido encomendada. Moisés: levántate y guía, dile a los tuyos que marchen, aunque el camino parezca un mar cerrado imposible de atravesar o cruzar. Dios abrirá paso cuando avances. Josué: esfuérzate y sé valiente. Dios no te vé como tú te ves, ni pide entenderlo en lo que te manda, solo quiere que confíes y avances. Jacob: Dios puede transformar tu lucha en bendición. Solo no sueltes hasta que él te cambie. José: no te amargues por el proceso. Cada injusticia te acerca cada vez mas al propósito de Dios para tu vida.
No necesitamos un púlpito para predicar a Jesús y las Buenas Nuevas del Reino de los Cielos…nuestra actitud, decisiones y forma de amar hablan de quien reina en tu corazón. Deja que tu vida sea un reflejo claro del Rey al que sirves.

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