03/10



“Cada vez que alguien lo hería, guardaba una piedra en su mochila. Al principio eran piedras pequeñas. Después mas grandes. Y él decía: No puedo olvidar lo que me hicieron, lo cargo conmigo. Con el tiempo, la mochila era tan pesada que ya no podía caminar derecho. Estaba encorvado, cansado, atrapado. Pero nadie mas sentía el peso. El ofensor seguía con su vida, él no”.

 Guardar rencor es acumular piedras que paralizan el alma. Jesús nos enseña en su palabra: “y Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12) La palabra perdonar en griego es “Afíemi”, lo cual significa: soltar, dejar ir, renunciar a un derecho. Perdonar no es sentir, es soltar la piedra que ata tu corazón. El que no perdona bebe veneno creyendo que el otro morirá.  El que no perdona lleva cadenas que el otro nunca sentirá. El que no perdona cierra el cielo sobre si mismo. En el libro de san Mateo 6:15 Jesús nos advierte: “ mas Si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas.” Perdonar es abrir la celda y descubrir que tú eras el prisionero. No puedes cambiar lo que te hicieron, pero sí puedes decidir no cargar mas con esa piedra. El perdón no borra tu pasado, pero libera tu futuro. Jesucristo cargó con nuestras piedras en la cruz del calvario. El hizo suyo el peso que era nuestro. Hoy es tu oportunidad de dejar ante los pies de Jesús esa carga, esa mochila. Puedes hoy elegir, dejar ir, soltar. Solo así descubrirás que puedes caminar de nuevo erguido, con tu frente en alto, respirar de nuevo y vivir de nuevo. Jesús hoy nos recuerda: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)

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