03/10

 

En el año 1140 ocurrió una de las hazañas mas ingeniosas y conmovedoras de la historia: mujeres salvando a sus esposos de un ejército entero. El emperador Conrado III asediaba la ciudad de Weinsberg, en el sacro imperio romano germánico. La rendición era inevitable y la ciudad estaba condenada. Pero justo antes de ordenar el ataque final, Conrado hizo una concesión inesperada. Todas las mujeres pueden salir con lo que puedan cargar sobre sus lomos. Lo que ocurrió después dejó a todos sin palabras: Las mujeres, sin dudarlo, dejaron atrás sus posesiones, riquezas y joyas y salieron cargando a sus esposos sobre sus espaldas. Los soldados de Conrado III observaban atónitos. Habían encontrado una forma de salvar a los hombres sin romper la orden del emperador. Conrado, en lugar de enojarse, rompió en carcajadas y dijo: Un rey debe cumplir su palabra. Así los hombres de weinsberg fueron salvados gracias al ingenio y al amor de sus esposas, quienes hoy son recordadas como las esposas leales de weinsberg.  Hoy en día, las ruinas del castillo de weinsberg son conocidas por weibertreu: que significa “fidelidad de las mujeres”. Un nombre que honra la valentía y lealtad de estas mujeres extraordinarias.

Existen numerosos pasajes en la Biblia que nos hablan acerca del infinito amor de Dios para con sus hijos, y sus misericordias que nunca se acaban. Ellos nos hablan de su inquebrantable compromiso, su justicia y la gracia que ofrece a quienes guardan sus mandamientos y le aman. Dios,(al igual que el pacto de amor que hacemos a nuestros cónyuges), es fiel y cumple sus promesas. Su fidelidad es eterna porque su amor y misericordia se extienden a lo largo de generaciones con quienes le aman y le obedecen. “Conoce, pues, que Jehová tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia hasta mil generaciones con los que le aman y guardan sus mandamientos.” (Deut. 7.9)   Su justicia garantiza la protección, Dios no abandona a los justos. “Bendito sea el Señor, nuestro Dios y salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Nuestro Dios es un Dios que salva; el Señor soberano nos libra de la muerte.” La lealtad de Dios se muestra en que él cumple sus promesas “Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Dijo él, y no hará? ¿Habló y no lo cumplirá? ” (Núm. 23:19) Su lealtad se muestra en la protección, el fortalece y resguarda a sus hijos del maligno, garantizando su seguridad. Mira cuan maravillosa es la fidelidad de Dios, que tal como aquella lealtad de esas mujeres para con sus esposos, nos dá seguridad porque sabemos que podemos confiar en él .

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