El viejo hombre
24/09
En el libro de Efesios 4:22 dice así la palabra de Dios: “en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos.” El viejo hombre es mas peligroso que cualquier demonio. Nació con nosotros. Conoce nuestras debilidades. Se disfraza de buenas intensiones. La Biblia lo llama “Viejo Hombre”. Este enemigo no grita, no posee, pero se manifiesta con vanidad disfrazada de celo, con orgullo vestido de espiritualidad; con autocompasión cubierta de justicia propia. Es mas fácil culpar al diablo que admitir que aún hay algo en nosotros no crucificado, no entregado a Dios. Pablo dijo: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido”…pero muchos insisten en resucitarlo cada día. Los demonios pueden ser expulsados. Pero el viejo hombre debe ser negado diariamente. La verdadera guerra espiritual no comienza con una oración fuerte, sino con una rendición sincera. El viejo hombre teme a la cruz pero no a los cultos. Mientras no haya cruz, Cristo solo será un adorno, no el Señor. El mayor peligro no es el diablo que ruge afuera, sino el YO que reina adentro. Con todo esto, sólo hay un camino: Negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirle todos los días.