No puedo seguir así
06/09
Jason, un niño maltratado por su padrastro, se refugió en el Rugby para escapar de su vida difícil. A los 17 años huyó de su casa y cayó en la terrible espiral del alcoholismo. El confesó : “Estaba buscando algo. Buscaba la felicidad en el dinero, en los bienes materiales, el alcohol, las relaciones…Pero nada de esto podía llenar el vacío que había en mi” la bebida se convirtió en un refugio, y cuantos mas problemas tenía, mas bebía. Un día conoció a Inga, un jugador de rugby extranjero. Este le habló del gozo que había encontrado al conocer a Jesús, y le dijo que orar a Dios podía ayudarlo. La curiosidad de Jason se despertó. Luego, al ver el interés con que Inga leía la Biblia, Jason quiso saber mas y se preguntaba cómo este hombre podía ser tan feliz. Sus conversaciones se fueron profundizando. Jason sintió que debía tomar una decisión en su vida: “No puedo continuar así. No quiero vivir mas de esta manera, necesito ayuda”. Una conversación decisiva con su amigo terminó con esta pregunta. ¿Quieres invitar a Jesús a tu corazón? Jason aceptó. “Aquella mañana pedí a Jesus que entrara en mi vida. Sus palabras eran realmente para mí: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar” (Mateo 11:28) en ese momento, cuando entregué mi vida a Jesús, sentí que se me quitaba un gran peso…”Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8)