Reconciliados con el Dios de paz
07/07
Dos amigos discuten. Su relación que antes era buena se ha vuelto cada vez mas tensa y está a punto de romperse. Dejan de hablarse, la comunicación es demasiado difícil. Poco a poco estos amigos, se convierten en extraños uno para el otro. Tal desenlace solo puede evitarse mediante la reconciliación. Así la amistad y la armonía pueden restaurarse.
¿Necesita Dios reconciliarse con nosotros? O mas bien, necesitamos nosotros reconciliarnos con el? ¿No somos nosotros los enemigos de Dios? Porque en el libro de Romanos 5:10 dice: “Si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho mas, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” De hecho, nuestra relación con Dios se ha roto por el mal que cada uno hace, impulsado por la mentira, el orgullo, el egoísmo, etc. Sin embargo es Dios quien ha tomado la iniciativa de reconciliarse con sus criaturas, incluso con sus enemigos. Enviado por Dios Jesucristo tomó sobre sí todos nuestros pecados. El hizo la paz mediante la sangre derramada en la cruz, para que todos los que lo aceptemos como nuestro salvador, podamos estar en paz con Dios. La reconciliación es una verdad maravillosa. Cuando aceptamos que su sacrificio en la cruz fue por cada uno en especial, cambia nuestra relación con Dios. Antes éramos enemigos, ahora somos sus hijos. Estábamos condenados por nuestros pecados, ahora somos perdonados. Estábamos en guerra con Dios, ahora tenemos paz que sobrepasa nuestro entendimiento (Filipenses 4:7) Así como leemos en 2ª Corintios 5:19: “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados.” El es nuestra paz.