30/06

Todos tenemos heridas, grietas, marcas del tiempo, pero incluso eso puede convertirse en bendición. Lo que crees que es tu defecto puede ser tu mayor aporte al mundo. No te subestimes. Hasta las vasijas rotas pueden hacer florecer un camino.

Todos tenemos heridas, grietas, marcas del tiempo, pero incluso eso puede convertirse en bendición. Lo que crees que es tu defecto puede ser tu mayor aporte al mundo. No te subestimes. Hasta las vasijas rotas pueden hacer florecer un camino.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” ( Romanos 8:27) Todas las cosas son TODAS las cosas, las buenas y las malas. En todas ellas aprendemos alguna lección, la cual será de bendición en el momento justo que Dios determine.

Cuenta una leyenda india que un hombre llevaba agua cada día en dos grandes vasijas. Una era nueva, fuerte, impecable, la otra vieja y con rajaduras, perdía la mitad de agua en cada viaje. Durante dos años la vasija agrietada vivió con vergüenza , veía a su compañera orgullosa por cumplir su tarea mientras que ella servía a medias. Una día no aguantó mas y le habló al hombre.  Perdón, solo entrego la mitad de mi carga, te fallo cada día. El hombre sonrió con ternura y le dijo: cuando regresemos observa con atención el camino por donde vamos. Así lo hizo y vio que el sendero por donde pasaban siempre estaba lleno de flores, coles, lechugas y cebollas. El lado por donde ella derramaba estaba lleno de vida. ¡siempre supe de tus rajaduras, dijo el hombre, y sembré en ese lado en el que tu ibas! Gracias a ti mi casa tiene flores y mi familia tiene alimento cada día  sobre su mesa.

Todos tenemos heridas, grietas, marcas del tiempo, pero incluso eso puede convertirse en bendición. Lo que crees que es tu defecto puede ser tu mayor aporte al mundo. No te subestimes. Hasta las vasijas rotas pueden hacer florecer un camino.

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